El Santander ya cuenta con el plácet de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) para su gestora de fondos alternativos. El proyecto, enfocado en altos patrimonios e instituciones, implica la segregación del resto de la operativa y, como ha venido publicando CincoDias, se encontraba desde hace meses a la espera de obtener el visto bueno del supervisor. Fuentes conocedoras aseguran que el organismo que preside Rodrigo Buenaventura le dio autorización a finales de la semana pasada y solo falta para cobrar carta de naturaleza definitiva la comunicación oficial a mercado.
De acuerdo con estas fuentes, el banco lleva ya semanas trabajando en una short list para decidir la marca comercial de la nueva gestora, con la idea de registrarla en los próximos días. Un proceso que, aseguran, no está siendo fácil dentro de la casa, con descartes de nombres en el último momento.
Como adelantó este diario en octubre pasado, el banco tenía en marcha un proyecto para separar el negocio de activos ilíquidos, una de las áreas que más ha crecido en los últimos años, y donde gestiona casi 2.000 millones. La idea pasa por poner en valor esta división y tratar de comercializar estos fondos entre inversores institucionales externos. La oferta se centrará en deuda privada, infraestructuras y renovables, con unas condiciones que determinan el perfil inversor. Esto es, el dinero no podrá tocarse por diez años y se establecerá un importe mínimo para invertir de 100.000 euros.
La iniciativa cogió vuelo tras la llegada de Samantha Ricciardi como consejera delegada de Santander Asset Management, allá por febrero de 2022. Al frente de la división de activos ilíquidos designó a Luis García-Izquierdo.
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